jueves, 25 de noviembre de 2010

El tiempo es una de las pocas cosas importantes que nos quedan

·         Por estas fechas estoy más rara que de costumbre. No necesito contarte mis razones, hemos pasado por lo mismo, nadie más que tu podría entenderme por mucho que tratase de explicarle. Todo se remonta a años atrás, cuando aún creíamos en la felicidad, pequeñas personitas que corrían por el pasillo de casa, soñando, descubriendo, y aprendiendo juntas. Crecí creyendo en unos valores, regalos de la persona más importante en mi vida, un regalo de esos eternos.
Crecí pintando, e inventando cuentos. Crecí de tu mano.
Pero lo más importante en aquellos años fue lo que nos tocó aprender juntas, la causa de que nos sea imposible conciliar el sueño. Y es que a veces toca madurar mucho antes, para no volver a encontrar esa felicidad jamás.
Eran otros tiempos, otros principios, otras personas. Tarde en entender que el día que me aleje de ellas la mitad de mí murió.
Y nunca deseo feliz navidad, para mí no significa nada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario